Tras las playas de Ecuador por la Ruta del Sol

No estaba en los planes visitar las playas de Ecuador, por lo que no teníamos mucha idea de la Ruta del Sol. Nuestro plan original era atravesar el país de sur a norte por la sierra. Sin embargo, el embarazo no se llevó bien con la altura y tuvimos que recalcular nuestro itinerario. Como solemos cambiar nuestros planes, solo tardamos unos minutos en asimilar el cambio. Estábamos en Alausí, cuando rápidamente decidimos ir hacia el llano y al calor de Guayaquil. Una vez allí nos propusimos ir tras las playas de Ecuador en un recorrido que resultó ser fascinante. Un recorrido también conocido como la Ruta del Sol

¿La Ruta del Sol o la Ruta de Spondylus?

Antes de meternos de lleno en las playas de Ecuador, les dejamos unas aclaraciones. La primera es que la Ruta del Sol también es conocida como la Ruta Manabí-Santa Elena porque atraviesa estas dos provincias. (Esto escribimos exclusivamente sobre las Playas de Manabí). La segunda es que la Ruta del Sol forma parte de la Ruta de Spondylus que va desde Esmeralda pasando por Loja hasta el norte de Perú y normalmente las indicaciones en la ruta hacen referencia a la Ruta del Spondylus. Así que ya están avisados, cuando busquen información pueden encontrar que se la llama de las tres maneras: Ruta del Sol, Ruta de Spondylus o Ruta Manabí-Santa Elena. Es un detalle, pero lo aclaramos porque a nosotros nos generó alguna confusión al momento de organizar la ruta.

En base a nuestra experiencia recorriéndola de sur a norte, estas son muchas de las playas de Ecuador, todas sobre la Ruta del Sol.

Guía de playas de Ecuador

• Salinas
• Montañita
• Olón
• Los Frailes
• Manta
• Canoa
• Cómo recorrer la Ruta del Sol
• Recomendaciones para visitar las playas de Ecuador

Salinas

Salinas queda a 2 hs (150 km) de viaje desde Guayaquil, por eso es el destino por excelencia de los guayaquileños. Es una ciudad relativamente grande ubicada en una saliente de tierra sobre el Pacífico, lo que hace que de un lado el mar sea calmo y del otro más bravo. Sus playas son amplias y cuanto más cercano estés a la punta, más concurridas son.

En fines de semana o época de vacaciones la cantidad de gente puede ser mucha. Lo sabemos porque fuimos durante un fin de semana largo. Si buscás descanso y relax, Salinas Grandes no es lo ideal, al menos no en el centro. Pero si buscás una experiencia típica local, es fantástico. A nosotros nos gustó poder mezclarnos entre miles de ecuatorianos disfrutando de la playa, del calor, del agua. Para protegernos del sol, alquilamos una carpa de las cientos que había en la Playa de Chipipe. Comimos algo que compramos por ahí, en uno de los restaurantes que había en frente a la playa. 

Nos recomendaron ir a La Chocolatera, exactamente en la punta de Salinas, en dónde hay un faro y se termina la tierra para dar lugar al mar. No fuimos porque se nos hacía tarde y ya habíamos andado mucho por las playas céntricas bajo el sol y con la panza a cuestas ya había sido demasiado. Por las dudas aclaramos, no hay ninguna chocolatera, sino hubiésemos ido.

Nos hospedamos alejados del centro, en Playa Milina, una playa poco visitada en la que vimos lindos atardeceres sobre los edificios de Salinas. Para ir al centro tomábamos un bus en la avenida principal que tardaba 5 minutos.

Estuvimos 3 noches en el Hotel Palmeras, un hotel con piscina y restaurante, a 50 metros de la playa. Teníamos todo lo que necesitábamos en ese lugar. 

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Montañita

Montañita sin dudas es la más famosa de todas las playas de Ecuador. Su fama mundial se debe a que se posicionó como un destino con la mezcla perfecta entre surf y noche. Sus playas son amplias y extensas. El pueblo es chico, pero agrandado. Se nota que con el tiempo fue creciendo. En parte hacia arriba;hay varias construcciones de varios pisos en el centro, lo que por momentos lo hace oscuro. En parte alejándose del mar, por lo que la Ruta del Sol podríamos decir que atraviesa Montañita por el medio. 

Un malecón con barandas de madera, un tanto elevado, permite la caminata obligada a lo largo de Montañita en donde te vas a cruzar viajeros y mochileros de todo el mundo y muchos artesanos provenientes también de todo el mundo. El malecón es ideal para tomarse unos mates viendo el atardecer y a los cientos de surfistas que cual foquitas se pierden en el mar esperando montar sus olas.  

Si lo que estás buscando es el quilombo típico tenés que hospedarte en el centro. Está lleno de bares, restaurantes, hostels de esos en los que se respira fiesta las 24 hs de los 7 días de la semana.

Si, como nosotros, buscás un poco de tranquilidad, podés hospedarte en lo que se conoce como La Punta de Montañita, camino a Olón. Ahí no llega tanto el ruido de la noche y las playas tienen un poco menos de gente. Digamos que ahí se respira un poco más surf que cualquier otra cosa. Y si querés ir al centro está a unas cuadras y podés ir por la playa o por la ruta.

Nosotros nos hospedamos en el Balsa Surf Camp. Un hotel con mucha onda, todo de madera, camuflado con el bosque, con un muy buen restaurante, en donde se pueden tomar clases de Surf y hasta ver cómo se hace una tabla artesanal. Dan clases de yoga y el ambiente tiene una tranquilidad y armonía y energía especial y hasta diríamos diferente al resto de Montañita.

Ahí dormimos en una combi. En realidad es la mejor habitación del hotel. Adaptaron una combi, la subieron a un espacio privado tipo terraza, la integraron a un baño. Dormimos como unos reyes, con aire acondicionado. Todo a 50 metros de la playa. Recomendamos definitivamente dormir en esa zona y específicamente en el Balsa Surf Camp.

Si tu plan es ir solo a Montañita, podés llegar desde Guayaquil en bus directamente o también contratar un traslado de forma online desde acá.

Olón

Olón está pegado a Montañita. De hecho solo los divide un morro. Olón nos encantó. Tiene ese aire a pueblo de pescadores que Montañita ya no tiene. Sus calles son tranquilas, no hay construcciones muy altas. La playa no es tan amplia como montañita, pero al haber menos gente, eso no es un problema. Si estás con auto, o no tenés problema en caminar o pagar un taxi, hospedarte en Olón es perfectamente combinable con ir a Montañita a disfrutar de la noche. O viceversa. Podés parar en Montañita e ir en busca de tranquilidad a Olón. Como sea, se complementan a la perfección. 

La playa de Olón está “cercada” por puestos de comida. El pescado es la especialidad que no probamos. No nos gusta el pescado y entre embarazo y fiaca, Olón no fue el lugar para cambiar de parecer. 

Una mañana caminamos por la playa hacia el norte y caminamos tanto que Olón se había terminado. Es un buen plan para hacer ejercicio y conectarse con el ruido silencioso del mar.

Nosotros nos hospedamos a 2 cuadras de la playa en la hostería Susi´s Boon un hospedaje familiar sencillo con unos balcones y terrazas ideales para ver grandes atardeceres. Cuando teníamos mucho trabajo, en lugar de ir a la playa a ver el atardecer nos quedábamos ahí y al estar un poco más alto, le daba un toque diferente.

En Olón vimos los mejores atardeceres de todas las playas de Ecuador y quizás de nuestra vida. O al menos los mejores de los que tengamos registro fotográfico. ¿Qué dicen?

Los Frailes

Si hablamos de las playas de Ecuador, hay una que no puede faltar, Los Frailes. Esta playa, es distinta al resto. Acá no hay pueblo. Los Frailes está en el Parque Nacional Machalilla, declarado así en 1979 porque ahí viven varias especies de aves marinas y también anidan tortugas marinas. Así que solo encontrarán arena, mar y un poco de vegetación. 

El Pueblo más cercano es Puerto López. Una opción para disfrutar Los Frailes es parar ahí. Otra es llegar en bus desde cualquier otro punto de la Ruta del Sol. Nosotros fuimos desde Manta, luego de viajar unos 100 km. Desde Montañita son 60km.

La entrada al parque está directamente sobre la Ruta del Sol. Si van en bus, se bajan en la puerta. La entrada es gratuita, solo hay que registrarse al ingresar. Desde ahí a la playa hay unos 4 kilómetros. Nosotros, con Lola en la panza, decidimos pedir a alguien que nos de un aventón y a los pocos minutos de bajar del bus, ya estábamos subidos al auto de unos chicos que nos alcanzaron. Si no querés caminar esos 4 kilómetros y no querés hacer dedo, hay unos mototaxis que permanentemente están yendo y viniendo.

Al llegar a la playa hay un sector en donde alquilan sombrillas, hay baños y duchas (pagos) y la posibilidad de comprar agua, helados y alguna artesanía. Si querés almorzar en la playa tendrás que llevarte una vianda. No olvidés llevar protector solar porque, más allá de la sombrilla que puedas alquilar, no hay en dónde cubrirse del sol, a menos que quieras pasar todo el día dentro de los baños o con el vendedor de artesanías.

La playa es similar a su estado virgen, o al menos eso imaginamos. No hay construcciones, ni nada que se interponga entre vos y el paraíso, tampoco vendedores ambulantes. La playa es una pequeña bahía entre dos morros. De arena amarilla. El agua es calma (aunque nos han dicho que suele tener buen oleaje, no fuimos testigo de eso), de temperatura templada y color turquesa, sobre todo a la mañana cuando le da el sol de frente. Los pájaros se hacen un festín entrando al agua a buscar su alimento. Y vos podés hacerte un festín viendo la escena. El agua es tan transparente que podés ver toda la secuencia. 

Para las almas inquietas, o para quienes no viajan con un embarazo de seis meses, hay opciones de caminatas hacia los morros que custodian la bahía. Nosotros pasamos un día de relax y tranquilidad como en ninguna otra parte de la Ruta del Sol. 

Los Frailes entra en la categoría de lo que comúnmente se le dice “un paraíso” y para nosotros, sin conocer todas, es la mejor playa de Ecuador.

Manta

Manta es la capital de la provincia de Manabí, una ciudad grande sobre el océano Pacífico. Si bien, este tipo de ciudades no son nuestras preferidas, sobre todo cuando lo que buscamos es playa, lo cierto es que Manta es ineludible cuando se está recorriendo la Ruta del Sol. 

Si bien estuvimos muy de paso y ocupados en cuestiones del embarazo, nos tomamos el tiempo para recorrer parte de la costanera de la ciudad y distintos barrios, además nos subimos a muchos buses urbanos que nos pasearon por distintas partes de la ciudad.

Manta fue muy afectada por el terremoto de 2016 y sus consecuencias están a la vista. Es una ciudad que está en crecimiento, pero le falta muchísimo en obra pública e infraestructura, fundamentalmente para los locales, porque las partes más orientadas al turismo se mantiene bastante bien. De hecho, de la Ruta del Sol, es el lugar en donde podés encontrar mayor calidad y cantidad de hospedaje.

Es una ciudad cara -comparada con el resto del país- porque al puerto llegan cruceros internacionales que atracan allí unas horas y bajan hordas de turistas a inspeccionar las zonas aledañas que están preparadas para recibirlos, mostrando una cara simpática y maquillada de la ciudad. Eso hizo que la escala de precios subieran y nosotros, los pobres viajeros de a pie, nos hayamos visto perjudicados. Cosas que pasan.

La principal playa es El Murciélago, bien amplia, agua clara y cálida, mucha oferta gastronómica y venta de artesanías. A esa zona se la conoce como Malecón Escénico.

Otra zona de playa pintoresca es la conocida como Tarqui y Los Esteros, hacia el norte de la ciudad. Es atractiva visualmente porque se ven los astilleros y cómo se construyen manualmente las embarcaciones con las que los pescadores se meten al mar diariamente.

Nosotros nos hospedamos unos días en un hotel “de mala muerte” y luego en un hostal. Como comentamos más arriba todo nos pareció caro, así que lo que recomendamos es que hagan una buena búsqueda en Booking hasta encontrar la mejor opción. Airbnb no está muy desarrollado aún en esa ciudad. 

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Si estás buscando solo paz y tranquilidad, Manta no es tu lugar, mejor llegar solo a la terminal para desde ahí seguir hacia otra playa de la Ruta del Sol.

Canoa

“Justo empezó el invierno.” Eso nos dijo apenas llegamos al pueblo la dueña del hostal Amalur, en donde pasamos unos días. Aunque no sonó muy motivador, nosotros disfrutamos de conocer otro lugar de la Ruta del Sol, el más al norte de nuestro recorrido. La dueña tenía razón, no vimos el sol ninguno de los días que estuvimos en Canoa.

A nivel geográfico, Canoa tiene características muy interesantes: playas amplias, acantilados y mar abierto. El pueblo es sencillo, con la mayoría de sus calles de tierra, mezcla su aire de pueblo pescador con una reciente movida juvenil que por las noches le da el movimiento que durante la tarde no tiene.

Lamentablemente, fue prácticamente destruido por el terremoto de abril de 2016, al igual que Manta, con la diferencia de que lejos de ser una ciudad, este pequeño pueblo de pescadores quedó demasiado golpeado y evidentemente le cuesta salir adelante.

Hoy Canoa está en reconstrucción. Y eso es lo que más nos entusiasmó: ver cómo fue afectado el pueblo y ver cómo intenta reconstruirse, a partir del turismo, por ejemplo. De hecho, vimos grupos de egresados (o algo así) y extranjeros hablando distintos idiomas. Falta mucho para que Canoa se recupere en términos de infraestructura pero ver cada día a los pescadores adentrarse al mar con sus botes da esperanza. También cuando los turistas llegan con sus tablas de surf a montar las olas.

Canoa queda a 100 km al norte de Manta por la Ruta del sol y en el camino se atraviesa la atractiva Bahía de Caraquez. También está a 400 km de Quito y es la primera playa para los que tienen pensado recorrer la costa ecuatoriana de norte a sur desde la capital.

El hostal Amalur está 200 metros de la playa, en frente de la que fue la plaza principal y cerca de todo tipo de opción para comer, comprar, lavar, etc. Tiene terraza, cocina, restaurant con buenas opciones gourmet y unas habitaciones muy acogedoras. Visualmente también es muy atractivo por su tipo de construcción en madera.

Desde Canoa hacia el norte sigue la ruta del Sol, nosotros dejamos nuestro recorrido ahí, pero hay puntos atractivos como Mompiche.

¿Cómo recorrer la Ruta del Sol?

Nuestro paso por la Ruta del Sol fue enteramente en transporte público. Hay buses que todo el tiempo están pasando, con una frecuencia aproximada de 30 minutos. Tanto en Salinas como en Manta hay que ir a la terminal, pero en Montañita, Olón y Los Frailes es cuestión de salir a la ruta y pararlo cuando pasen. En Canoa, que no está exactamente sobre La Ruta del Sol, según la compañía hay distintos puntos de partida. También se pueden conseguir taxis para hacer tramos cortos. Por ejemplo nosotros tomamos un taxi para ir de Montañita a Olón. Si bien el bus es una muy buena opción tengan bien claro a dónde van y asegúrense que el bus los deje correctamente. En general la Ruta del Sol es bastante lineal, pero hay buses que que no la recorren completamente, por lo que hay que estar atentos. Nosotros tuvimos una mala experiencia saliendo de Canoa hacia Manta, porque el del bus con tal de subirnos y cobrarnos nos dijo que iba a Manta y en realidad nos iba a dejar en una rotonda, en donde había que esperar un bus a Manta; pequeña diferencia. Ni el embarazo lo sensibilizó al ventajero del chofer. Por suerte, nos dimos cuenta a tiempo y pudimos cambiar de bus en un pueblo y no en medio de la ruta.

Otra opción, la ideal, es hacerlo en modo roadtrip. Se podría alquilar un auto en Guayaquil por ejemplo y recorrer toda la ruta del Sol hasta Esmeralda y de ahí ir a Quito para devolver el auto. O alquilarlo en Quito y hacerlo a la inversa. Lo bueno de hacerlo así es que a lo largo de toda la ruta hay playas en las que se puede bajar. Algunas junto a pueblitos y otras simplemente al lado de la ruta. Poder detenerte en la que te gusta es una libertad que solo ir en auto te puede dar. 

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Recomendaciones generales para visitar las playas de Ecuador

Nosotros hicimos este recorrido de sur a norte en 14 días. La verdad es que si tienen más días y les gusta la playa, los tiempos se pueden estirar mucho más. Si estás justo de tiempo, al ser pueblos chicos, con estar 1 o 2 días en cada punto te vas a llevar una idea. Una forma de optimizar sería elegir entre Montañita y Olón. Otra es saltearse Salinas o Manta que son ciudades más grandes y las playas no tienen esa tranquilidad que muchas veces se busca.

Hay que tener en cuenta que no en todos los pueblos de la Ruta del Sol hay cajeros automáticos. Nosotros sacamos dinero en Montañita y Manta. Este no es un detalle menor teniendo en cuenta que la aceptación de pago con tarjeta de crédito no es tan común en esta zona.

Para comer en todos los puntos, excepto en Los Frailes, se encuentran menús a precios accesibles, rondando los 2 o 3 u$s. Si te gusta el pescado, no es nuestro caso, te podés dar una panzada ya que es la comida típica en toda la región. Los almuerzos incluye sopa, la carne (res/pollo/pescado) con una guarnición (ensalada+arroz+lentejas). 

La conectividad a Internet es buena en general. Tanto para Internet móvil como los servicios de WiFi que ofrecen hoteles y restaurantes. Si sos un nómada digital como nosotros, no vas a tener grandes problemas al respecto.

Esperamos haberte motivado un poco a recorrer las playas de Ecuador. La Ruta del Sol fácil de recorrer y como habrás visto, tiene puntos ideales para los amantes de la playa.

¿Estás planeando un viaje por las playas de Ecuador?¿Tenés alguna duda sobre la Ruta del Sol? Escribila en los comentarios que la respondemos y así vamos complementando está guía.

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