Existen muchas maneras de vivir intensamente. Estamos convencidos que la vida siempre es como nos la tomamos. Nosotros, descubrimos que viajar nos hace vivir todo de forma más intensa. Buscamos que todos nuestros días son únicos y diferentes. Esto hace que nuestras vivencias tengan una intensidad que por momentos nos desborda. Todo lo vivimos a flor de piel. ¿Qué significará esta expresión? Que hay mucha energía en movimiento alrededor nuestro y depositada por nosotros en todo lo que hacemos.
El tiempo corre de manera diferente. A veces muy rápido como nos pasó en Brasil donde sentíamos estar corriendo para salir del país porque se nos acababan los días. Más de 9000 kilómetros en seis meses sin tomar ningún avión. Las estadías más largas sin movernos de lugar fueron de dos semanas y en algunos lugares solo nos quedamos tres días, aunque siempre intentábamos estirarla a una semana. En algunos casos corrimos para conectar distintos transportes. En otros esperamos muchas horas para que alguien nos levante a dedo. En algunos casos alquilamos auto (Europcar) y controlábamos nuestros tiempos en un 100%, aunque los gastos nos limitaban. En todos los casos las vivencias fuerin tan intensas como cambiantes. Brasil es demasiado grande, tanto que no nos alcanzaron los seis meses habilitados como turistas para recorrerlo entero; solo conocimos 13 estados de los 26 que hay en Brasil y si lo pensamos en kilómetros cuadrados habrá sido solo el 30% -no nos creas mucho porque somos malos para las matemáticas.
Otras veces el tiempo corre lento o corre según el ritmo de cada lugar. Así nos pasó en San José de Chiquitos, un pueblo en el sudeste de Bolivia, donde nos quedamos un mes (y luego volvimos durante 4 meses); no solo en el mismo pueblo sino también bajo un mismo techo, el mismo cuarto, la misma vista al jardín, la misma plaza a la que íbamos a la tarde a tomar mate, la misma iglesia jesuítica que todas las noches se iluminaba de amarillo, las mismas tardes quietas y silenciosas interrumpidas por los tucanes que saltaban de rama en rama en las palmeras.
Las sensaciones también fluyen a otro ritmo. Los pensamientos aparecen con otra lógica. Las cosas suceden de otra manera. Por estar en diferentes lugares, por conocer otras realidades, por tener otras prioridades, la intensidad de nuestros días cambió. El trabajo, los encuentros, los momentos, las charlas, las comidas, el amor, los paseos, hasta las siestas se viven más cuando se alcanza el nivel de intensidad emocional que nosotros alcanzamos gracias a vivir viajando.
A veces porque eso que experimentamos es nuevo, otras porque es diferente, otras porque hace mucho que lo no experimentábamos. Y estando de viaje, experimentar cosas nuevas o diferentes o que no las experimentábamos desde hacía mucho, ocurre todo el tiempo.
Sabemos que lo que estamos viviendo no lo vamos a volver a vivir. Lo que estamos haciendo, en dónde lo estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo, con quién lo estamos haciendo muy difícilmente se vuelva a repetir. Por eso, vivimos en estado permanente de nostalgia (como lo contamos en “Los viajeros y las pequeñas nostalgias”).
Igual, lo que queremos destacar no es el costado triste y bajonero, sino todo lo contrario. Nosotros ya sabemos que los momentos que vivimos son únicos. En realidad todo lo que viven las personas es único, la diferencia es que viajando nosotros aprendimos a identificarlo, a valorarlo y disfrutarlo. Esto sin dudas es un motivo para viajar. Así es como empezamos a vivir el presente, el aquí y ahora. Vivir de viaje nos potenció en ese sentido. Y estamos seguros que cualquiera que pueda viajar por largo tiempo va a sentir esto.
Si te sentís «estancado» o creés que la rutina te está haciendo perder la intensidad con las que vivís, probá viajar, es muy probable que sientas un montón de sensaciones que te pondrán las emociones a flor de piel. Igual, no te olvides que la vida es como nos la tomamos y vivir intensamente solo depende de uno mismo.
Si querés conocer otros motivos para vivir viajando no te pierdas: “5 motivos para viajar y no parar nunca más.”
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